ESTUDIO DE CASOS


CASO TARTAGAL -SALTA - ARGENTINA

La situación acaecida a partir del alud del 10 de febrero en la Ciudad de Tartagal y alrededores ha sido la causa de múltiples factores, pudiendo
estos resumirse como sigue:



 
1.. La zona presenta una Geología particular, perteneciente a la Región de
Sierras Subandinas:

  a.. Las rocas aflorantes más antiguas corresponden al Paleozoico inferior
(Ordovícico) y este es su rasgo distintivo.

  b.. La cubierta sedimentaria es potente (de areniscas mayormente),
registrándose espesores considerables que alcanzan el orden de los 20.000
metros.

  c.. Los efectos de empuje, procedentes del oeste sobre esta cubierta más
plástica, hicieron que la misma a la vez que se plegaba y fracturaba, se
deslizara hacia el este a través de superficies de despegue.

  d.. Los pliegues son largos y asimétricos y se disponen en el sector
septentrional con una orientación general norte sur; y en el sector austral
con rumbo noroeste suroeste. Se presentan volcados y fallados por fracturas
que siguen el rumbo mencionado y cuyos planos en general se inclinan con
gran ángulo en el primer caso y hacia el este en el segundo.


  2.. La Geomorfología, de gran actividad en la zona,

  a.. Tartagal presenta al oeste un relieve tipo serrano, seguido hacia el
este por un sector de piedemonte y luego por una llanura. En el ambiente
serrano se desarrollaron gran cantidad de valles intermontanos muy activos.

  b.. El ambiente serrano en su mayor parte está cubierto por un denso tapiz
vegetal que lo protege de la incisión por el escurrimiento superficial. Por
otra parte, el clima húmedo tropical y la condición friable de las areniscas
del Subgrupo Terciario Subandino, que cubre gran parte del área, favorecen
la meteorización química y el desarrollo de un potente regolito que en
faldeos de fuerte pendiente es propenso a ser removido por deslizamientos,
reptación y flujos densos.

  c.. Los deslizamientos aportan importantes volúmenes de detrito a los
cauces fluviales y colmatan la capacidad de transporte de sedimento de los
ríos.

  3.. Los suelos: de gran friabilidad favorecen el desmenuzamiento y en
algunos sectores su origen coluvial y aluvial otorga inestabilidad al
terreno.

  4.. La hidrología: indicando para la zona ríos y arroyos con
acontecimientos de tipo torrencial

                                                        

 a.. La fragilidad del material superficial ha permitido el tallado de
profundas quebradas con pendientes abruptas y muy profundas (23% de
pendiente y 280 metros de profundidad entre la naciente de la Quebrada de
Zanja Honda y su tramo distal; 31% de pendiente y 320 metros de profundidad
en la Quebrada de Panteón) que originan zonas de avenidas estacionales,
donde el escurrimiento se concentra formando arroyos torrenciales, con
abruptas crecidas estivales y escaso a nulo caudal de estiaje.

  b.. La modificación permanente de los cauces -río arriba- genera una
constante búsqueda del perfil de equilibrio, ocasionando erosión
retrocedente en las cabeceras, erosión en zonas meandrosas y depósitos aguas
abajo.


                                                                                                                                                                                         

                                                                                                                                        

Los cuatro puntos anteriores son de origen "natural" y constituyen una  parte
importante de las causas que generaron el alud del pasado 10 de febrero de
2009.


 
                                                                                                                                                                  A estas causas hay que agregarles otras, de naturaleza antrópica:

  
5.. Los desmontes y la modificación de la cobertura vegetal con los
siguientes fines:

    1.. Actividad hidrocarburíferas

    2.. Aprovechamiento forestal

    3.. Explotación agrícola

    4.. Explotación ganadera

La eliminación de la cubierta vegetal genera una desprotección del suelo
(frágil en la zona) y un aumento en la erosión causada por el impacto de las
gotas de lluvia, quienes ya no encuentran resistencia para llegar al
terreno. La falta de vegetación reduce la capacidad de infiltración del agua
y el consecuente aumento de la escorrentía provocando la movilización de
suelos y restos vegetales hacia aguas abajo. Sinérgicamente, la falta de
cobertura vegetal -que actúa como sostén del terreno- deja liberada gran
cantidad de material edáfico. Consecuentemente aumenta la velocidad de la
escorrentía en zonas desmotadas y una mayor cantidad de sólidos (suelos,
restos vegetales, residuos, etc.) se disponen en los cauces de ríos y
arroyos, generando aumento en los caudales, velocidades y contenido de
sólidos.

Las picadas sísmicas, los caminos hacia pozos petroleros, caminos en fincas
y zonas de extracción de madera que no se diseñan y mantienen adecuadamente
se convierten en una fuente segura de los movimientos en masa típicos de la
zona. Las evidencias de esto son grandes, se avistan inclusive en imágenes
satelitales (como en Google Earth). En la Sierra de Tartagal,
particularmente, las pérdidas de suelo y materia vegetal ocasionadas son
severas; hasta el punto de derrumbarse laderas o perderse caminos completos.
Todo este material suelo queda a disposición de la gravedad y la escorrentía
que se encargarán de arrastrarlo pendiente abajo, hasta alcanzar algún
cauce.


  6.. La falta o el mal ordenamiento territorial:

Esto hace que ciudades enteras se asienten en o cerca de cauces, al pie de
laderas geológicamente activas o en llanuras de inundación de ríos. Es así
que a sólo pocos metros de los barrancos (terrazas) de los Ríos Tartagal,
Zanja Honda y Cuña Muerta se levantaron casas, escuelas, comercios, etc.

La falta de estudio y planificación de EN DONDE? asentar barrios genera un
riesgo potencial y latente; ya que queda librado al azar que el río arrastre
todo lo que encuentra a su paso durante una crecida. (Cabe destacar que esto
no sólo ocurre en esta zona, sino que ocurre también en otros puntos de la
provincia, el país y el mundo).

La Geología de la zona no puede modificarse, la actividad geomorfológica no
puede frenarse, los Suelos no pueden cambiarse y la hidrología no puede
rediseñarse.

Pero las dos últimas causas, puramente antrópicas, son aquellas sobre las
que podemos y debemos actuar, planificando y cambiando políticas y
metodologías.

De estas causas antrópicas, el Ordenamiento Territorial es algo que debe
surgir progresivamente ya que incluye el traslado de familias, el abandono
de construcciones y estructuras e incluye fundamentalmente estudiar y
planificar obras hídricas, viales, edilicias, etc. Esto es una pauta
fundamental que debe considerarse en el recientemente lanzado plan del
gobierno de reconstrucción de la ciudad de Tartagal. En otras palabras, el
Ordenamiento Territorial debe comenzar YA.


La otra causa de origen antrópico, los desmontes, es sobre lo que podemos
incidir rápidamente.

No debemos dejar de lado la realidad social de muchos que ocupan el bosque
como fuente de sustento, crecimiento económico, etc. Por ello no se trata de
evitar o prohibir todo, sino de planificar y fiscalizar, sobretodo
fiscalizar y sancionar a quienes no cumplan las reglamentaciones.

La explotación forestal debería requerir de un estudio previo minucioso,
análisis multidisciplinario y un control estricto y permanente a fin de
evitar los actuales problemas ambientales (desmontes clandestinos, quema de
restos vegetales, carencia de cordones forestales, eliminación de zonas de
protección de riberas y cabeceras de cuenca, entre tantos otros).
La Sierra de Tartagal, en mi opinión (que es poca, pero no por ello inútil),
debería preservarse por ser el pulmón de la ciudad de Tartagal y la cabecera
de numerosos arroyos que desembocan en el tan problemático Río Tartagal y en
los Ríos Zanja Honda, Cuña Muerta y Yariguarenda, entre otros.


La actividad petrolera, foco de grandes discordias entre quienes las aman y
quienes las odian, deberían tener mayor conciencia y muchos más controles
por parte del Estado. Las Empresas, en algunos casos se preocupan solo por
extraer hidrocarburo y no por preservar el ambiente, la salud y la vida
humana.

Generalmente los caminos y picadas no son planificados ni mantenidos. Lo que
en algunos lugares puede verse como banquina vegetadas, arroyo sin
protección o surco en la senda, en esta zona se potencian por las causas
naturales anteriormente mencionadas y se muestran como grandes
deslizamientos en taludes y contra taludes, aumento de la erosión
retrocedente en arroyos y ríos, modificación de cauces, contaminación, etc.


Entonces muchos (me incluyo) vemos como factores capaces de ser modificados
a la actividad forestal y la hidrocarburíferas, en pos de prevenir y evitar
otra catástrofe en la zona de Tartagal.


Se escuchó decir que el equipo técnico de profesionales que la nación llevo
al lugar de desastre concluyeron que éste tuvo puro y exclusivamente origen
natural. Que el alud fue causado por las intensas precipitaciones y la
inusual acumulación de agua en una hollada natural del Río Tartagal.

Esto no se discute, el alud fue natural, pero muchas de las causas que
favorecieron la abrupta crecida del río y la gran cantidad de material
edáfico y vegetal fueron y siguen siendo potenciado por causas antrópicas.
Como antes dije: los desmontes y la actividad hidrocarburífera ambos mal
planificados y operados fueron el disyuntor que favoreció al alud "Natural".

Se perdieron vidas, por causas que en informes previos se especificaron y
predijeron (Bianchi 2002, Cazon - Cabral 2006, Ríos 2008 entre otros).

A fin de evitar otros desastres como este, habrá que comenzar a actuar sobre
factores que pueden modificarse, dejando de lado la utopía de que la pobreza
es quien causa peor mal al ambiente.

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