Una Verdad Incómoda - Al Gore from Ascensión Nueva Tierra on Vimeo.
GUIA DE TRABAJO PRACTICO: "Una Verdad Incomoda"
Los increíbles costos de la guerra, en vidas y en dólares
10/09/11 - 23:21
Las invasiones a Irak y Afganistán
contribuyeron en mucho a la actual crisis de EE.UU. Se calcula que esas
acciones militares costaron entre 3 y 5 billones de dólares. Y lo
peor: ya hubo un millón de muertos.
IMPOTENCIA. APENAS CON UN MATAFUEGO EN LA MANO, UN BOMBERO OBSERVA LA
DEVASTACION ABSOLUTA Y EL VACIO DONDE ANTES ESTABAN LAS TORRES.
Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 tenían la
intención de dañar a Estados Unidos, y lo consiguieron, pero en formas
en que Osama Bin Laden probablemente nunca se imaginó. La respuesta del
presidente George W. Bush a los ataques puso en riesgo los principios
básicos de Estados Unidos, socavando su economía y debilitando su
seguridad.
El ataque a Afganistán posterior a los ataques fue
comprensible, pero la invasión de Irak fue totalmente ajena a Al Qaeda,
a pesar de que Bush trató de establecer un vínculo. Aquella guerra que
se eligió llevar a cabo se convirtió de manera rápida en muy costosa,
alcanzando órdenes de magnitud que fueron más allá de los US$60 mil
millones que se afirmaron al principio, ya que una colosal incompetencia
se encontró con tergiversaciones deshonestas.
Cuando Linda
Bilmes y yo calculamos los costos de la guerra, hace ya tres años, la
cifra conservadora alcanzó entre 3 y 5 billones de dólares. Desde aquel
entonces, los costos se han elevado aún más. Debido a que casi el 50%
de las tropas que regresan cumplen los requisitos para recibir algún
tipo de pago por incapacidad, y hasta el momento más de 600.000 de
ellos han sido atendidos en instalaciones para veteranos, estimamos que
los pagos por incapacidad y asistencia médica en el futuro alcanzarán
una cifra que se encuentra entre los 600 y 900 billones de dólares. Los
costos sociales, que se reflejan en los suicidios de veteranos y las
desintegraciones familiares, son incalculables.
Aun en el caso
de que Bush fuera perdonando por llevar a Estados Unidos, y a gran
parte del resto del mundo, a la guerra con pretextos falsos, no hay
excusa para la forma en la que eligió financiarla. La suya fue la
primera guerra en la historia pagada enteramente con créditos.
Hoy
en día, Estados Unidos centra su atención en el desempleo y el
déficit. Estas dos amenazas pueden ser remontadas, y no en menor
medida, a las guerras en Afganistán e Irak. El aumento en los gastos de
Defensa, junto con los recortes tributarios de Bush, forman la razón
clave por la que Estados Unidos pasó de un superávit fiscal de 2% del
PIB cuando Bush fue elegido, a su lamentable déficit y situación de
deuda de hoy. El gasto público directo en dichas guerras, hasta el
momento, asciende a aproximadamente 2 billones de dólares, lo que
significa 17.000 por cada hogar estadounidense, y existen gastos cuyas
facturas aún no se reciben que aumentarán dicha cifra en más del 50%.
Como
argumentamos en nuestro libro La Guerra de los Tres Billones de
Dólares, las guerras han contribuido a la debilidad macroeconómica de
Estados Unidos, lo que exacerbó su déficit y deuda. En aquel entonces,
como ahora, la agitación en el Oriente Medio condujo a precios del
petróleo más elevados, lo que obligó a los estadounidenses a gastar
dinero en importaciones de petróleo que de otra manera podría haber
gastado en la compra de bienes producidos en EE.UU. La Reserva Federal
escondió estas debilidades, creando la burbuja inmobiliaria que condujo
al boom de consumo.
Irónicamente, las guerras han debilitado
la seguridad de Estados Unidos (y del mundo). Una guerra impopular
hubiera dificultado el reclutamiento militar bajo cualquier
circunstancia. Pero como Bush trató de engañar a Estados Unidos sobre
los costos de guerra, financió insuficientemente a las tropas,
inclusive negándose a realizar gastos básicos; por ejemplo, fondos para
vehículos blindados y resistentes a minas que son necesarios para
proteger vidas o fondos para la adecuada asistencia médica de los
veteranos que regresan. Un tribunal de EE.UU. dictaminó recientemente
que los derechos de los veteranos habían sido violados.
La
extralimitación militar ha dado lugar al nerviosismo sobre el uso de la
fuerza militar, y el conocimiento que otros tienen sobre eso ha
debilitado también la seguridad de Estados Unidos. Pero la verdadera
fuerza de Estados Unidos, en vez de encontrarse en su poder militar y
económico, se encuentra en su “poder blando” en su autoridad moral. Y
dicho poder también se debilitó, ya que EE.UU. violó derechos humanos
básicos como el hábeas corpus y el derecho a no ser torturado.
En
Afganistán e Irak, los EE.UU. y sus aliados sabían que para alcanzar
la victoria a largo plazo se necesitaba ganar corazones y opiniones.
Pero los errores cometidos en esas guerras complicaron la ya difícil
batalla. El daño colateral de la guerra ha sido masivo: según algunas
versiones, más de un millón de iraquíes han muerto, ya sea de manera
directa o indirecta, a causa de la guerra. Según algunos estudios, por
lo menos 137.000 civiles han muerto violentamente en Afganistán e Irak
en los últimos diez años; sólo entre los iraquíes, hay 1,8 millón de
refugiados y 1,7 millón de personas desplazadas dentro del mismo país.
No
todas las consecuencias fueron desastrosas. Algunos de los gastos que
se aumentaron se desperdiciaron en armas que no funcionan contra
enemigos que no existen. Ahora, por fin, esos recursos serán
reubicados, y EE.UU. probablemente obtenga mayor seguridad pagando
menos. El legado estará con nosotros durante mucho tiempo. Vale la pena
pensar antes de actuar.
* Joseph E. Stiglitz es profesor universitario en Columbia University y Premio Nobel de Economía.
Guerras futuras serán por petróleo y agua
1 - La Pobreza. Mediciones
ESTUDIOS DE CASOS
3- Pueblos originarios y nación argentina. Los niños matados del norte
ATMÓSFERA
Evolución del cultivo de soja en Argentina
areas cultivadas 1971 - 1975